La pintora parte del color para llegar a la forma. Debido a que constituye una experiencia subjetiva, a menudo se dice que «la belleza está en el ojo del observador». De ahí el carácter “abierto” de sus pinturas que incitan a una participación activa del contemplador. Y es así que entonces, Aguiló, desarrolla un juego placentero que satisface nuestras necesidades eternas de belleza con su misteriosa asociación de formas, colores y armonías rítmicas.
In her series Ataraxia, the artist starts from color to achieve form. Art is a subjective experience (it is often said that «beauty is in the eye of the beholder”), hence, the «open» character of her paintings and freedom of artistic creation incites an active participation of the viewer. Aguiló develops a pleasant game that satisfies our eternal beauty needs with its mysterious association of shapes, colors and rhythmic harmonies.